Según información de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), el gobierno mantiene una deuda con empresas constructoras que ronda los USD 200 millones, situación que genera preocupación en el sector, especialmente en las medianas y pequeñas compañías.
A esta situación se suma la desaceleración en la ejecución de obras públicas, lo que repercute en la actividad de la construcción a nivel nacional.
La deuda acumulada incluye intereses que, tras negociaciones con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), se redujeron de USD 100 millones a USD 50 millones, aunque sujetos a plazos de pago que aún no se han cumplido.
Empresarios del sector señalaron que la falta de cobro limita además el acceso a financiamiento bancario, lo que compromete la continuidad de varios proyectos.
El nivel de ejecución de obras públicas se encuentra en torno al 40%, de acuerdo con Capaco.
El presupuesto vigente asignado a inversiones es de aproximadamente USD 680 millones, pero para el próximo año la cifra proyectada se reduciría a USD 500 millones, lo que representa casi USD 180 millones menos.
La baja ejecución y la reducción de recursos presupuestarios generan un panorama complejo para las empresas del rubro.
Mientras tanto, se prevé un aumento salarial en diversos sectores estatales que demandará alrededor de USD 200 millones adicionales, lo que incrementa la presión sobre los recursos disponibles para infraestructura.
Capaco estima que Paraguay necesita invertir alrededor de USD 30.000 millones para superar el atraso en infraestructura, tanto en el ámbito vial como en sectores de salud, transporte y servicios públicos.