Brasil inició una investigación contra 30 empresas comercializadoras de soja y dos asociaciones del sector, por la posible existencia de un cartel en el mercado de exportación.
La pesquisa involucra a compañías que forman parte del Grupo de Trabajo de la Soja, según confirmó el organismo regulador.
El Cade señaló que el caso se relaciona con una moratoria firmada en 2008, que comprometía a las empresas a no adquirir soja proveniente de tierras deforestadas después de esa fecha.
Aunque el acuerdo había sido presentado como un mecanismo de protección ambiental, el ente antimonopolio sostuvo que este tipo de pactos puede constituir un acuerdo anticompetitivo entre competidores, con efectos sobre las exportaciones de granos.
El regulador indicó que las sanciones para las asociaciones señaladas podrían ascender a 2.000 millones de reales (USD 368 millones).
En el caso de las empresas, las multas podrían alcanzar hasta 20% de los ingresos brutos del último ejercicio fiscal.
Brasil se mantiene como el mayor exportador mundial de soja, en un contexto en el que la expansión de la frontera agrícola ha estado vinculada en parte a la deforestación en la Amazonia.
La apertura de esta investigación se da meses antes de que el país sea sede de la cumbre anual de la ONU sobre el clima.