De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Paraguay existen 1,5 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años, lo que representa un cuarto de la población total.
Dentro de este grupo, cerca de 200.000 no estudian ni trabajan, manteniéndose la franja denominada “ninis” en 13% del total juvenil.
La tasa de desempleo en este segmento alcanza 10,9% de la fuerza laboral, mientras que la mayoría de los ocupados se encuentra en empleos informales, con un promedio de ingresos que no llega al salario mínimo.
El informe del INE revela que la asistencia escolar en jóvenes de entre 15 y 29 años es de 51,6%, cifra que en el área rural desciende a 44%.
En cuanto a la cobertura de salud, solo el 23,5% cuenta con un seguro, principalmente del Instituto de Previsión Social (IPS), lo que refleja una marcada precariedad laboral dentro de esta franja de edad.
En términos absolutos, alrededor de 106.691 jóvenes se encuentran desempleados y más de 32.000 están subocupados.
La falta de experiencia y oportunidades dificulta el acceso al primer empleo, lo que lleva a muchos a aceptar ocupaciones precarias con remuneraciones por debajo del mínimo legal, que se sitúa en G. 2.899.048, mientras que el ingreso promedio juvenil ronda los G. 2.463.000.
Entre los principales obstáculos señalados para acceder al mercado de trabajo figuran la carencia de conocimientos técnicos y de habilidades blandas. Según el reporte, las empresas tienen dificultades para cubrir puestos relacionados con ofimática, manejo de tecnología, ventas y recepción.