Según información difundida por Bloomberg, Estados Unidos notificó a Brasil una posible imposición de aranceles del 50%, en el marco de una serie de cartas enviadas por el país norteamericano a diferentes socios comerciales.
El argumento principal mencionado en el documento fue el desarrollo de un juicio político dentro del territorio brasileño.
La nueva comunicación forma parte de una serie de más de veinte notificaciones emitidas recientemente por el Gobierno estadounidense.
Entre ellas se incluyen aranceles del 30% para Argelia, Libia, Irak y Sri Lanka, del 25% para Brunei y Moldavia, y del 20% para Filipinas.
En algunos casos se ajustaron los porcentajes respecto a lo anunciado en abril, con incrementos o reducciones según el país. Brasil, a diferencia de otras naciones previamente mencionadas, no figuraba en la lista original de abril, lo que convierte a esta advertencia en una incorporación reciente.
Tras la difusión de la carta, el real brasileño se depreció hasta un 2,9% frente al dólar estadounidense.
En paralelo, los futuros de las acciones en Estados Unidos mostraron leves caídas, mientras se mantenía la incertidumbre sobre la política comercial futura del país.
El país sudamericano mantiene un déficit comercial con Estados Unidos. En 2024, Brasil importó aproximadamente USD 44.000 millones en productos estadounidenses, mientras que las exportaciones hacia Estados Unidos rondaron los USD 42.000 millones.
La advertencia también se produce tras otras decisiones similares relacionadas con miembros del grupo BRICS. Estados Unidos ya había mencionado posibles medidas para países de ese bloque, incluidos gravámenes adicionales para sectores específicos como productos farmacéuticos y minerales industriales.
Adicionalmente, se anunció una posible tasa del 50% sobre productos de cobre, lo que impulsó una suba de hasta 17% en el precio de este metal en el mercado de Nueva York.
También se mencionaron aranceles de hasta 200% sobre medicamentos importados si las empresas no relocalizan su producción en territorio estadounidense durante el próximo año.
Aunque se fijó el 1 de agosto de 2025 como fecha límite para la entrada en vigencia de los nuevos aranceles, desde el Tesoro estadounidense señalaron que las conversaciones podrían extenderse más allá de ese plazo.