La alianza OPEP+ se reunirá el próximo 6 de julio para discutir la posibilidad de continuar con su serie de incrementos extraordinarios de producción de crudo.
Ocho países del bloque acordaron aumentos de 411.000 barriles diarios durante mayo, junio y julio, y algunos delegados anticipan que la medida podría repetirse en agosto.
El análisis se da en un contexto de fluctuaciones en el mercado del petróleo, con precios que han oscilado notablemente en las últimas semanas.
La cotización del barril en Londres superó los USD 80 recientemente, luego de un episodio de tensión internacional, pero volvió a bajar tras el anuncio de un cese del fuego.
Arabia Saudita habría solicitado a la OPEP+ que acelere su retorno a mayores niveles de producción. Este cambio se plantea pese a la existencia de una oferta abundante y una demanda que, según operadores, no ha mostrado señales de repunte sostenido.
Rusia, uno de los principales productores del grupo, había expresado previamente su desacuerdo con nuevos incrementos en julio.
No obstante, fuentes cercanas al gobierno ruso mencionaron que existe apertura para considerar un nuevo ajuste en la oferta, en caso de que los demás países así lo aprueben durante la reunión.
El país ha reiterado que cualquier modificación en la producción se realizará dentro del marco de coordinación de la OPEP+, de acuerdo con los niveles de demanda estimados para el verano.
Las decisiones anteriores de aumentar la producción fueron justificadas por diversas razones. Algunos miembros del grupo buscaron equilibrar la situación generada por productores que excedieron sus cuotas.
Otros mencionaron la intención de competir con el petróleo de esquisto de Estados Unidos o responder a presiones geopolíticas.
Los volúmenes de aumento aprobados para los últimos tres meses triplicaron el plan inicial, según las cifras reportadas por la prensa especializada.
El resultado de la próxima reunión del bloque podría determinar la dirección de los flujos de oferta para el resto del tercer trimestre.