El resultado de la inflación en diciembre estuvo influenciado por las subas en los precios de alimentos y servicios de la canasta, mientras que la disminución en los precios de combustibles y algunos bienes durables moderaron el impacto.
Durante diciembre, los precios de diversos alimentos registraron aumentos. Entre ellos destacaron los incrementos en distintos cortes de carne vacuna, impulsados por una mayor demanda interna propia de la época, apertura de nuevos mercados y mejores precios de exportación.
También se observaron alzas en productos sustitutos de la carne, como aves, cerdo y embutidos, debido a un incremento en el consumo durante las fiestas de fin de año.
Otros alimentos que registraron aumentos incluyeron panificados, pastas, harinas, aceites, mantecas, sal, especias, azúcar, edulcorantes, helados y dulces.
El aumento en los precios de los panificados estuvo relacionado con la evolución del costo de la harina de trigo.
Los servicios también contribuyeron al incremento de la inflación mensual. Se registraron subas en paquetes turísticos al exterior, pasajes aéreos, actividades recreativas y servicios de cuidado personal.
Además, los precios de comidas consumidas en bares y restaurantes experimentaron aumentos.
En el segmento de salud, las consultas pediátricas mostraron variaciones al alza, mientras que otros servicios de este rubro permanecieron estables.
Por otro lado, se reportaron bajas en los precios de algunos combustibles, incluyendo la nafta común, nafta súper y gasoil aditivado.
Entre los bienes durables, productos como autovehículos y equipos audiovisuales mostraron leves disminuciones en sus costos.