
Bolivia inició una nueva etapa política tras la toma de posesión del nuevo presidente, quien resultó electo luego de superar una segunda vuelta electoral.
El acto de juramento se llevó a cabo en presencia de autoridades regionales y jefes de Estado de países vecinos.
El cambio de mando marca el fin de dos décadas de administraciones socialistas y abre paso a un nuevo periodo con orientación hacia la centro-derecha, según los analistas citados en el reporte. Durante la ceremonia, el mandatario expresó su compromiso de aplicar un modelo económico que defina como “capitalismo para todos”.
A la ceremonia asistieron mandatarios de varios países de América del Sur, entre ellos representantes de Paraguay, Uruguay, Ecuador y Chile.
El evento se desarrolló en la sede del Gobierno, con transmisión oficial y cobertura internacional.
El nuevo jefe de Estado, de 58 años, asumió tras encabezar una alianza política que compitió frente a la propuesta opositora del Partido Demócrata Cristiano.
Se trata de la primera vez que ocupa la Presidencia, luego de haber pasado por distintos cargos públicos en su trayectoria política.

De acuerdo con declaraciones de su equipo económico, el Gobierno buscará alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de marzo, con el objetivo de obtener financiamiento externo por aproximadamente USD 1.400 millones.
Asimismo, se prevé que la nueva administración mantenga conversaciones con organismos multilaterales como la CAF, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para consolidar un plan de inversión y estabilidad financiera durante el primer año de gestión.