Más de 18 millones de personas en Corea del Sur se vinculan con activos digitales, posicionando al país como uno de los mercados más activos en este segmento.
En este contexto, los principales candidatos a la presidencia han incluido en sus campañas propuestas vinculadas al sector, como flexibilización normativa y mayor acceso a productos financieros digitales.
En ciertas sesiones, el volumen de operaciones registrado en plataformas de criptomonedas nacionales ha superado el de los índices Kospi y Kosdaq.
La suma de criptoactivos en manos de usuarios surcoreanos alcanzó los US$74.500 millones al cierre del año pasado, de acuerdo a cifras del Banco de Corea.
Entre las propuestas de campaña se encuentran medidas como la legalización de fondos cotizados en bolsa con respaldo en criptoactivos, así como permitir la inversión de fondos de pensiones nacionales en este tipo de instrumentos.
Una iniciativa también contempla la emisión de stablecoins respaldadas por la moneda local, medida que ha generado reacciones desde el ámbito financiero oficial.
A partir del segundo semestre de 2024 entró en vigor la Ley de Protección de los Usuarios de Activos Virtuales, que establece regulaciones más estrictas para el funcionamiento de las plataformas.
Entre las disposiciones figuran sanciones penales, medidas de segregación de fondos y exigencias sobre responsabilidad en casos de vulnerabilidades técnicas.
Durante el primer trimestre de 2025, se reportaron 56,81 billones de wons en salidas desde bolsas locales, con una alta proporción asociada a stablecoins vinculadas al dólar estadounidense.
Las medidas regulatorias y el entorno electoral coinciden en un periodo donde el sector cripto mantiene elevada participación del público minorista, tras antecedentes como el colapso del proyecto TerraUSD en 2022.