Los mercados financieros de Estados Unidos registraron nuevos retrocesos luego de una serie de anuncios relacionados con la política comercial del país.
El índice S&P 500 cerró con una caída superior al 7 % desde el anuncio de aranceles más elevados, y se encuentra cerca de los niveles que activarían suspensiones temporales de negociación.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años experimentó una suba, mientras que los índices de volatilidad, como el VIX de la Cboe, superaron los 60 puntos en algunos tramos de la jornada.
Al mismo tiempo, el precio del petróleo registró una baja significativa y el dólar estadounidense se depreció frente a otras monedas de referencia global.
La Casa Blanca confirmó que los productos provenientes de China enfrentan un gravamen del 145 %, lo que amplificó la incertidumbre en los mercados.
Algunos operadores financieros optaron por reposicionar sus inversiones ante los cambios abruptos en el escenario comercial, especialmente en sectores afectados por las tarifas y en empresas vinculadas a las cadenas de suministro global.
Durante la semana, el S&P 500 registró movimientos intradía superiores al 5 %, lo que generó una rotación significativa entre distintos sectores del mercado.
Las acciones tecnológicas de gran capitalización mostraron fluctuaciones destacadas, y se observaron reacomodamientos hacia activos considerados más defensivos, como el sector energético y financiero.
El índice Nasdaq 100 se aproximó a un mercado bajista, mientras que el Russell 2000 acumuló una caída cercana al 18 % en lo que va del año.
Algunas estrategias de inversión se enfocaron en reducir exposición a activos de pequeña capitalización y aumentar participación en compañías con balances sólidos y flujos de caja estables, en previsión de un escenario más volátil.