Según información divulgada por agencias internacionales, el Gobierno de Brasil anunció una ofensiva comercial con el objetivo de acceder a nuevos mercados y compensar el impacto de los aranceles del 50% aplicados por Estados Unidos sobre sus exportaciones.
En paralelo, se presentó un paquete de apoyo a los exportadores que se han visto afectados por las restricciones.
Las autoridades brasileñas informaron que se han iniciado conversaciones con países como India, China, Sudáfrica, Francia y Alemania para ampliar la colocación de productos en el exterior.
Asimismo, se prevé una reunión virtual entre los miembros del bloque BRICS para analizar medidas conjuntas frente a las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
Las medidas estadounidenses afectan aproximadamente el 35% de las exportaciones brasileñas. En 2024, Estados Unidos recibió el 12% de los envíos de Brasil, equivalentes a USD 40.300 millones, mientras que las importaciones brasileñas desde ese país alcanzaron USD 40.500 millones.
A pesar de las tensiones, el Gobierno brasileño expresó que mantiene disposición para el diálogo comercial, pero subrayó que la soberanía nacional es prioritaria.
En declaraciones oficiales, se señaló que las sanciones podrían estar motivadas por factores políticos y no exclusivamente comerciales.
Brasil defendió el multilateralismo como mecanismo para un comercio global más equilibrado, en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y reiteró su interés en fortalecer la cooperación con socios estratégicos fuera del mercado estadounidense.