
El precio del oro continúa su tendencia alcista, con una suba por segundo día consecutivo, impulsada por señales de debilidad económica en Estados Unidos y la persistente incertidumbre en los mercados financieros.
El lingote alcanzó un valor cercano a 4.050 dólares la onza, apoyado en las ganancias del cierre anterior.
La demanda del metal se vio favorecida por la caída de los índices de confianza del consumidor estadounidense y el enfriamiento del mercado laboral, factores que aumentaron el interés por activos considerados refugio.
Durante las últimas semanas, el oro acumula un incremento superior al 8 % respecto a mediados de octubre, cuando había tocado su máximo histórico de 4.380 dólares la onza.

Los analistas prevén que el comportamiento del oro continúe vinculado a las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, en medio de la posibilidad de recortes de tasas de interés. El debilitamiento del dólar y las dudas sobre el ritmo del crecimiento económico han reforzado la tendencia compradora en el metal.
En el mercado asiático, China figura entre los principales compradores de oro, manteniendo el aumento de sus reservas por duodécimo mes consecutivo. Además, los fondos respaldados por oro registraron nuevas entradas en las últimas jornadas, lo que contribuyó a sostener los precios en torno al nivel actual.