Según datos de Bloomberg y CoinGlass, el reciente desplome de las criptomonedas provocó pérdidas estimadas en USD 19.000 millones y afectó a más de 1,6 millones de operadores en todo el mundo.
La caída se produjo tras el anuncio de nuevos aranceles de Estados Unidos a China, lo que desencadenó ventas masivas y una fuerte reducción de liquidez en los principales intercambios digitales.
Durante la jornada, se registró la mayor liquidación en un solo día del año, afectando especialmente a las altcoins y a plataformas de menor tamaño.
Los analistas indicaron que el mecanismo de autodesapalancamiento (ADL) de algunas bolsas también amplificó la volatilidad del mercado.
El informe detalla que la presión de venta se concentró en las monedas alternativas a Bitcoin y Ether, donde el apalancamiento y la falta de liquidez son más pronunciados.
En la plataforma Hyperliquid se registraron operaciones extinguidas por un valor de USD 10.000 millones durante el periodo de 24 horas.
Además, se destacó que el mecanismo ADL obligó al cierre automático de múltiples posiciones, afectando tanto a inversores minoristas como a creadores de mercado.
Este procedimiento, diseñado para proteger las bolsas ante episodios de alta volatilidad, provocó que muchas operaciones rentables se cerraran de forma anticipada.
El anuncio de nuevos aranceles por parte del Gobierno estadounidense generó incertidumbre en los mercados financieros y contribuyó a la rápida pérdida de valor de los activos digitales.
La medida, emitida durante un fin de semana festivo en Estados Unidos, sorprendió a los operadores al coincidir con un bajo nivel de actividad en Asia y Europa.
La falta de compradores activos en ese lapso intensificó el desplome de precios. Algunas plataformas, según los reportes, experimentaron escasez de liquidez y caídas en cadena dentro de un mercado abierto las 24 horas.
De acuerdo con estimaciones de fondos especializados, podrían surgir más reportes de pérdidas en los próximos días a medida que se conozca el impacto total de la jornada.
A pesar de una leve recuperación posterior, las pérdidas globales acumuladas permanecen elevadas, marcando uno de los episodios más tensos del año para el sector cripto.
El colapso dejó al descubierto la alta exposición de los inversores al apalancamiento y la dependencia del mercado digital de las decisiones económicas internacionales, especialmente las relacionadas con Estados Unidos y China.