
Según el Comité Nobel, el reconocimiento fue otorgado por los hallazgos sobre la tolerancia inmunitaria periférica, mecanismo que impide que el sistema inmunológico ataque al propio organismo.
Los galardonados fueron reconocidos por identificar las células T reguladoras, consideradas elementos esenciales en el control de la respuesta inmune. Estas células actúan como una barrera que evita que el sistema de defensa del cuerpo cause daños autoinmunes.
De acuerdo con el comunicado del Comité Nobel, estos descubrimientos abrieron un nuevo campo de investigación médica vinculado a terapias contra el cáncer y enfermedades autoinmunes, algunas de las cuales se encuentran actualmente en fase de ensayos clínicos.

El premio, dotado con 11 millones de coronas suecas (USD 1,2 millones), reconoce los avances científicos que explican el funcionamiento del sistema inmunitario en la prevención de daños internos.
El Nobel de Medicina se concede anualmente desde 1901 por la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo, siguiendo el legado de Alfred Nobel, inventor sueco de la dinamita. Entre los descubrimientos destacados en la historia del galardón figuran la insulina en 1923, la penicilina en 1945 y la estructura del ADN en 1962.