Según información publicada por medios internacionales y agencias estatales iraníes, un grupo de piratería vinculado a Israel se atribuyó un ataque digital contra el Banco Sepah, uno de los principales del sistema financiero iraní.
La ofensiva se enmarca dentro de una serie de acciones cibernéticas reportadas en los últimos días.
Las autoridades locales señalaron que más de 6.700 ataques de denegación de servicio fueron registrados en un lapso de tres días, lo que derivó en restricciones temporales de acceso a internet en distintas zonas del país.
Entre las consecuencias más inmediatas se encuentran interrupciones en servicios bancarios, mal funcionamiento de cajeros automáticos y dificultades para operar plataformas en línea. Usuarios también denunciaron que muchas redes VPN dejaron de funcionar, lo que restringió el acceso a canales de comunicación digitales.
No se ha confirmado si las fallas observadas fueron provocadas directamente por los ataques o por medidas de mitigación aplicadas desde el gobierno.
Los incidentes recientes forman parte de una larga serie de enfrentamientos digitales entre ambos países.
Especialistas en ciberseguridad mencionaron que el grupo conocido como Predatory Sparrow publicó en redes sociales que había eliminado datos del banco afectado, y vinculó a la institución con el financiamiento de actividades bajo sanción internacional.
Dicha organización ha sido mencionada anteriormente en otros ataques que incluyeron daños a sistemas ferroviarios, infraestructura industrial y plataformas gubernamentales.
Expertos del sector explicaron que muchos de los ataques disruptivos no solo buscan generar daño estructural, sino también impactar en la percepción pública mediante la exposición mediática.
Las autoridades iraníes continúan con tareas de contención y han limitado el acceso a internet como medida preventiva.
Hasta el momento, no se ha emitido una declaración oficial sobre la magnitud técnica de los daños.