
Estados Unidos suspenderá por un año las tasas portuarias a buques provenientes de China, en el marco de una tregua comercial entre ambos países.
La medida entrará en vigencia a partir del 10 de noviembre y busca reducir tensiones en el sector marítimo y estabilizar el flujo global de mercancías. Pekín, por su parte, anunció la suspensión de las contramedidas impuestas anteriormente.
El anuncio forma parte de un entendimiento alcanzado entre las autoridades de Washington y Pekín, luego de varios meses de negociaciones sobre temas vinculados al comercio internacional.
El acuerdo incluye la revisión de una amplia gama de asuntos económicos, como los semiconductores, las tierras raras y los productos agrícolas, entre otros sectores afectados por las políticas arancelarias previas.

La imposición mutua de tasas portuarias había generado un incremento en los costos de transporte, afectando el comercio marítimo de productos como el petróleo y otras materias primas.
La suspensión temporal de las tarifas se considera un paso relevante para el equilibrio del tráfico de mercancías entre ambos países durante el próximo año.
Durante el periodo de suspensión, Estados Unidos y China mantendrán negociaciones sobre el liderazgo en la industria marítima y las políticas que rigen el transporte global.