Según informó la corte federal de Estados Unidos en Miami, se dispuso el cierre del centro de detención de inmigrantes conocido como Alligator Alcatraz, ubicado en los Everglades de Florida.
La decisión prohíbe el ingreso de nuevos detenidos y establece un plazo de 60 días para retirar vallas, iluminación, generadores, alcantarillado y demás instalaciones temporales.
El tribunal determinó que la construcción del campamento se realizó sin una revisión ambiental adecuada.
Las autoridades estatales habían sostenido que el proceso no era necesario por tratarse de un proyecto impulsado por Florida, pero la jueza concluyó que, al existir financiamiento y coordinación federal, la obra debía cumplir con los requisitos correspondientes.
El campamento había sido promovido como parte de la estrategia estatal para apoyar los planes de deportación financiados con fondos federales, estimados en 600 millones de dólares.
La instalación fue concebida para albergar a unas 3.000 personas en grandes carpas acondicionadas, y llegó a recibir cientos de detenidos trasladados por las autoridades migratorias.
El estado de Florida había calculado que la operación demandaría 450 millones de dólares en el primer año, con la intención de solicitar reembolsos al gobierno federal.
También se habían anunciado planes para la construcción de otro centro de detención con capacidad para 1.300 personas.
Organizaciones como Amigos de los Everglades y el Centro para la Diversidad Biológica presentaron acciones legales contra el proyecto.
Argumentaron que el funcionamiento de un centro de detención en la zona constituye una intervención federal que debía ser evaluada bajo la legislación ambiental vigente.
El interdicto preliminar emitido permanecerá en vigor mientras se desarrolla el litigio, salvo que una instancia de apelación lo suspenda.
El fallo recordó que desde la década de 1970 la zona de Big Cypress, donde se levantó el campamento, cuenta con protección oficial como parte de los compromisos de conservación de los Everglades.