
Según un reporte del World Gold Council, el oro cerraría el año previo como uno de los activos con mayor rendimiento, tras marcar más de cincuenta máximos en distintos periodos y acumular más de 60% de avance.
La combinación de retornos recientes y un entorno global inestable mantiene al metal en el centro de interés para el año 2026, donde los análisis contemplan posibles incrementos de 5% a 30% dependiendo del escenario económico.
El informe plantea tres rutas posibles. El primer caso prevé un crecimiento moderado bajo condiciones monetarias más flexibles, con incrementos estimados entre 5% y 15%.
Otro escenario contempla una caída más profunda de la actividad mundial, lo que podría impulsar al oro hasta variaciones cercanas a 30%.
El tercer planteamiento considera una aceleración económica impulsada por políticas fiscales, lo que generaría ajustes en tasas y tipo de cambio y situaría la cotización con posibles movimientos entre 5% y 20%.

Entre los elementos considerados se mencionan las reservas oficiales, la demanda de sectores emergentes y el flujo proveniente del reciclaje. En este último punto, se estima que una recuperación del oro utilizado como garantía podría aumentar la oferta disponible y ejercer presión sobre los valores.
Por otro lado, se destaca que los fondos cotizados en oro han registrado ingresos por alrededor de USD 7.000 millones, equivalentes a más de 700 toneladas, cifra que se mantiene por debajo de ciclos alcistas anteriores.
El segmento minero vinculado al oro ha mostrado subas cercanas a 140% en lo que va del año previo, apoyado por mejoras en sus operaciones internas.
Sin embargo, recientes análisis señalan una postura más cauta para el corto plazo, debido a valoraciones elevadas y a una volatilidad que limita la posibilidad de nuevas revalorizaciones inmediatas.