
El mercado del oro inició la semana con variaciones moderadas, mientras los operadores ajustan posiciones a la espera de definiciones sobre las tasas de interés en Estados Unidos para el 2026.
El lingote se ubicaba en torno a USD 4.181,59 por onza, después de cerrar la sesión previa con un retroceso leve. Las negociaciones se desarrollan en un contexto marcado por el movimiento de los rendimientos del Tesoro estadounidense, que alcanzaron niveles no observados en más de dos meses.
Los operadores de swaps prevén un posible recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en el corto plazo, aunque persisten dudas respecto al ritmo de esos ajustes.
Proyecciones recientes indican que podrían registrarse hasta dos reducciones hacia finales del 2026.
El oro acumula en lo que va del año un incremento estimado de 60%, impulsado por compras de bancos centrales y fondos especializados. A pesar de haber retrocedido desde máximos superiores a USD 4.380 por onza, mantiene apoyo en las expectativas de mayor flexibilización monetaria en Estados Unidos.

Reportes del sector financiero señalan que las entidades bancarias continúan utilizando oro como reserva, con niveles superiores a los mantenidos en bonos del Tesoro. Este comportamiento contribuye a sostener la demanda del metal, especialmente en periodos de volatilidad en los mercados globales.
Las previsiones de algunas consultoras plantean que el valor podría descender por debajo de USD 4.000 por onza si el ciclo de relajación monetaria iniciado en 2024 pierde fuerza durante el próximo año.