De acuerdo con datos del Servicio Geológico de Estados Unidos y del Ministerio del Interior afgano, un terremoto de magnitud 6,0 sacudió la región oriental del país en la noche del domingo, dejando 812 muertos y más de 2.800 heridos.
El epicentro se localizó a unos 27 kilómetros al este-noreste de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, a una profundidad aproximada de 8 kilómetros.
El sismo impactó principalmente en Kunar, fronteriza con Pakistán, además de Nangarhar y Laghman.
Las sacudidas también se sintieron en varias zonas de Pakistán, incluida la capital Islamabad.
Según la emisora estatal afgana, varios pueblos de Kunar construidos con viviendas de adobe y piedra quedaron destruidos.
Los corrimientos de tierra bloquearon carreteras, mientras que las redes de comunicación resultaron dañadas, dificultando las labores de rescate.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja informó que al menos 600 viviendas quedaron destruidas o dañadas, y colabora con el gobierno local en la respuesta.
Afganistán se encuentra en una zona de alta actividad sísmica debido al choque de las placas india y euroasiática.
Los terremotos son frecuentes en el este y noreste del país, donde las construcciones precarias y las limitaciones de infraestructura incrementan el impacto de estos fenómenos.
En octubre de 2023, un sismo de magnitud 6,3 afectó el oeste del país, provocando la muerte de unas 1.500 personas y más de 2.000 heridos, según datos de la ONU.