Según el Sistema de Resultados Preliminares del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, el candidato del Partido Demócrata Cristiano resultó vencedor en la segunda vuelta presidencial, alcanzando el 54,61% de los votos, mientras que su principal contendiente obtuvo el 45,39%, equivalentes a 2.790.306 sufragios.
El nuevo mandatario asumirá el cargo el 8 de noviembre, tras un proceso electoral que se desarrolló en medio de una coyuntura marcada por problemas de abastecimiento de combustible, una elevada deuda pública y tensiones sociales vinculadas a sectores afines al expresidente que fue inhabilitado para competir.
El presidente electo cuenta con estudios en economía y relaciones internacionales, además de una maestría en gestión política realizada en una universidad estadounidense.
Su carrera pública comenzó en el Congreso Nacional a inicios de la década de 2000, representando al departamento de Tarija. Posteriormente fue elegido concejal municipal y más tarde alcalde, cargo que ocupó durante una década.
Durante su campaña, el dirigente centró su discurso en facilitar el acceso a créditos, reducir cargas impositivas y promover el comercio formal mediante la eliminación de obstáculos aduaneros.
En el transcurso de la contienda, realizó una visita a Washington, lo que generó expectativas sobre un posible acercamiento entre Bolivia y Estados Unidos, tras varios años de distanciamiento diplomático.
El proceso electoral estuvo supervisado por el Tribunal Supremo Electoral, que confirmó el resultado con carácter irreversible tras el conteo preliminar.