Según información del Ministerio de Comercio de China, el gobierno estableció nuevas normas que amplían las restricciones a las exportaciones de tierras raras, materiales clave utilizados en industrias tecnológicas, automotrices y de defensa.
Los exportadores deberán ahora obtener licencias especiales incluso para productos que contengan pequeñas trazas de estos minerales.
La medida fue anunciada en medio de tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y en vísperas de una reunión bilateral de alto nivel prevista para este mes.
Las nuevas disposiciones incluyen controles sobre equipos y tecnología de ingeniería, bajo el argumento de resguardar la seguridad nacional.
El alcance de la normativa podría afectar a las cadenas globales de suministro, dado que China concentra alrededor del 70% del mercado mundial de tierras raras.
Aunque todavía no se especificó el mecanismo de control, analistas estiman que la medida busca reforzar la posición de Pekín en el contexto de la disputa comercial con Washington.
Los minerales afectados tienen aplicaciones en semiconductores, automóviles eléctricos, turbinas eólicas y equipamiento militar, por lo que el endurecimiento de las normas podría alterar la producción internacional de alta tecnología.
El gobierno chino ha señalado que parte de las exportaciones de estos materiales habría llegado a industrias extranjeras vinculadas al ámbito de la defensa, lo que motivó la decisión de restringir los envíos y aplicar un seguimiento más estricto.
La medida genera incertidumbre en los mercados globales, especialmente en países que dependen de los suministros chinos para la fabricación de componentes tecnológicos.