
Un informe de Coffee Watch advierte que la creciente producción de café en Brasil está generando una pérdida significativa de bosques, afectando los patrones de lluvia y provocando tensiones en los precios internacionales del producto.
Entre 2001 y 2023, el país perdió más de 11 millones de hectáreas de cobertura forestal vinculadas a la expansión cafetera.
El estudio estima que al menos 312.803 hectáreas fueron taladas de forma directa para el establecimiento de plantaciones de café, una extensión comparable al tamaño de Honduras.
Las zonas más afectadas se concentran en las áreas de expansión agrícola, donde la deforestación directa e indirecta avanza sobre los ecosistemas naturales.
La región de Minas Gerais, principal zona productora del país, presenta los mayores daños ecológicos asociados a la actividad cafetera.
Según el reporte, menos del 10% de la cobertura original de la Mata Atlántica permanece intacta, lo que evidencia el impacto prolongado de la deforestación sobre el equilibrio ambiental.

El documento señala que la pérdida de bosques contribuye a sequías más intensas, heladas y pérdida de biodiversidad, factores que afectan la productividad y favorecen el aumento de los precios.
De acuerdo con los datos citados, los precios futuros del café arábica subieron alrededor del 40% desde agosto, mientras que el café robusta aumentó un 37%.
El informe también sostiene que los mercados especulativos amplifican la volatilidad de los precios, en un contexto de escasez y condiciones climáticas extremas.
Investigaciones recientes publicadas en revistas científicas coinciden en que la eliminación de solo el 1% del bosque dentro de un radio de 25 kilómetros puede reducir las lluvias locales en un 0,25%.
Las áreas deforestadas reciben, en promedio, hasta 28% menos precipitaciones que los bosques intactos, lo que agrava la situación hídrica y agrícola.
Coffee Watch advierte que, de mantenerse esta tendencia, hasta dos tercios de los cultivos de café arábica en Brasil podrían estar en riesgo para 2050, debido a la combinación de deforestación, alteración climática y degradación del suelo.