Según datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, en mayo se reportó una disminución de 109.000 trabajadores en nómina, el mayor descenso mensual desde mayo de 2020.
La cifra se encuentra por encima de la previsión de una reducción de 20.000 empleos proyectada por analistas.
El informe fue publicado el martes y coincide con recientes cambios en la política fiscal del gobierno.
El crecimiento de los salarios, sin incluir bonificaciones, se redujo a 5,2 %, siendo el menor ritmo en siete meses. En el sector privado, este aumento fue del 5,1 %, por debajo del nivel anterior del 5,5 %.
Además, el crecimiento real de los salarios regulares se ubicó en 2,1 %, el valor más bajo en más de un año.
La tasa de desempleo subió a 4,6 %, alcanzando el nivel más alto desde mediados de 2021.
Por otra parte, el número de vacantes se redujo en 63.000 durante el trimestre móvil finalizado en mayo, acumulando 35 períodos trimestrales consecutivos a la baja.
Desde la implementación de un nuevo esquema impositivo sobre las empresas en abril, se han perdido aproximadamente 276.000 puestos de trabajo.
Entre los sectores más afectados se encuentran el comercio minorista y la hostelería, con una pérdida conjunta cercana a los 150.000 empleos desde la aprobación del presupuesto.
El entorno fiscal actual también incluye un aumento del salario mínimo, lo que ha generado ajustes en la contratación de personal por parte de diversas compañías.
Tras la publicación de las cifras laborales, la libra esterlina retrocedió 0,5 % frente al dólar.
Los mercados ajustaron las expectativas en torno a un recorte de tasas de interés por parte del Banco de Inglaterra, proyectando altas probabilidades de una reducción en agosto.