Según información oficial del Gobierno de Brasil, se presentó un plan de asistencia que contempla 30 mil millones de reales (aproximadamente USD 5.600 millones) en crédito para empresas afectadas por las medidas comerciales impuestas por Estados Unidos.
El objetivo es mitigar el impacto de los aranceles del 50% aplicados a productos brasileños.
El paquete incorpora un esquema de financiamiento especial, la posibilidad de prorrogar el pago de impuestos y una reforma del Fondo de Garantía de Exportaciones.
Este fondo, administrado por el banco estatal de desarrollo BNDES, está destinado a cubrir riesgos en operaciones de crédito a la exportación.
Como parte de la estrategia, el Gobierno también contempla la compra de productos a exportadores que enfrenten dificultades a causa de los aranceles.
Las medidas se anunciaron luego de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos suspendiera una reunión con el Ministerio de Hacienda de Brasil.
Con las negociaciones aún en curso, las autoridades brasileñas indicaron que no descartan otras acciones si las conversaciones no avanzan.
Los aranceles estadounidenses, impuestos a inicios de este mes, afectan aproximadamente el 4% de las exportaciones brasileñas hacia ese país, que es su segundo mayor socio comercial.
Tras el anuncio, el índice bursátil brasileño Ibovespa registró pérdidas y marcó su punto más bajo de la jornada.
El Gobierno estima que los gravámenes podrían tener repercusiones en sectores clave de exportación, mientras busca alternativas para asegurar la continuidad de las operaciones internacionales y proteger a las empresas locales.