La criptomoneda alcanzó un nuevo valor máximo al ubicarse en USD 109.500.
El incremento se produjo en un contexto marcado por avances legislativos en Estados Unidos y una mayor actividad en instrumentos financieros vinculados al activo digital.
Entre los factores que influyeron se encuentran definiciones políticas recientes, mayores movimientos de capital institucional y condiciones económicas globales.
Uno de los aspectos que impulsó la cotización fue el progreso en el tratamiento de la Ley GENIUS, que establece nuevas directrices federales para la regulación de monedas estables.
Esta normativa incluye disposiciones sobre prevención del lavado de activos, controles sobre emisores internacionales y medidas de protección al consumidor. La propuesta fue habilitada para su tratamiento en el Senado tras un cambio en la posición de ciertos sectores legislativos.
Paralelamente, el interés de entidades financieras ha influido en la dinámica del mercado. La inversión en fondos cotizados (ETF) de bitcoin en Estados Unidos superó los USD 3.600 millones en el mes de mayo.
También se observó un crecimiento en el interés abierto de contratos de futuros de bitcoin en la CME, con un repunte del 23% desde los niveles mínimos de abril.
La coyuntura económica global ha sido otro componente en el comportamiento del mercado. Elementos como la inflación, la volatilidad bursátil y tensiones internacionales han contribuido a una mayor demanda del criptoactivo.
Además, se han reportado movimientos de inversión indirecta por parte de fondos de pensiones y fondos soberanos, mediante su exposición a empresas con activos en bitcoin.
A las variables anteriores se suman las expectativas de cambios en la política fiscal en Estados Unidos, ante la posibilidad de un nuevo mandato presidencial.