El oro experimentó su mayor caída en cuatro años, según datos de Bloomberg, luego de varias semanas de incrementos impulsados por compras técnicas y demanda de refugio.
Los precios del metal cayeron hasta un 6,3 % tras alcanzar un nuevo máximo de USD 4.381,52 la onza el día anterior.
Entre las causas del retroceso se destacan las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos, la fortaleza del dólar, las variaciones técnicas del mercado y la finalización de la demanda estacional en India.
A esto se suma la incertidumbre generada por el cierre del gobierno estadounidense, que dejó a los operadores sin el reporte semanal de la Comisión de Negociación de Futuros de Materias Primas, una herramienta utilizada para evaluar el posicionamiento de los fondos en oro y plata.
La demanda de metales preciosos como activo de resguardo se redujo ante la expectativa de avances en las conversaciones comerciales.
En paralelo, los operadores ajustaron su exposición en futuros y opciones luego de un período de intensa actividad, donde se registraron más de 2 millones de contratos vinculados al principal fondo cotizado respaldado por oro durante la última semana.
La corrección se produce en un contexto donde los inversores evalúan nuevas posiciones tras una racha de compras prolongada. El oro mantiene su papel relevante en los portafolios, aunque los analistas observan un escenario de mayor volatilidad en el corto plazo.