
El comportamiento del oro durante la semana mostró una tendencia descendente, según información difundida por fuentes internacionales del sector financiero.
La cotización se vio influenciada por nuevos datos laborales en Estados Unidos, que redujeron las expectativas de un eventual ajuste de tasas en el corto plazo.
El valor del lingote se ubicó ligeramente por encima de USD 4.050 la onza, lo que implicó una caída semanal de 0,7%.
Este registro se produjo antes de la próxima reunión de la Reserva Federal, prevista para diciembre, instancia en la que el mercado observa con atención la evolución de indicadores económicos.
Los informes laborales presentados en Estados Unidos mostraron un crecimiento del empleo superior a lo previsto, acompañado de un aumento en la tasa de desempleo.
Esta combinación generó ajustes en las proyecciones del mercado respecto a posibles decisiones monetarias.
En el mismo periodo, se observó un retroceso en las importaciones vinculadas a ciertos metales, así como una reducción en la demanda de oro no monetario.

Las variaciones fueron asociadas a movimientos previos en los aranceles aplicados a algunos países exportadores.
El comportamiento del metal también estuvo condicionado por la volatilidad en los principales indicadores económicos globales.
La actividad en fondos cotizados y operaciones vinculadas a deuda soberana formó parte del contexto que influyó en las variaciones semanales.