El Consejo de Ministros de Perú decretó el estado de emergencia en Lima y en la provincia constitucional del Callao, según informó la Presidencia del país a través de un comunicado oficial. La medida fue adoptada pocos días después de la asunción del nuevo mandatario, tras la destitución de la administración anterior.
El estado de emergencia tiene como finalidad restablecer el orden y reforzar la seguridad ante la ola de hechos delictivos registrados en ambas zonas. La resolución establece la coordinación de todos los niveles del Estado para aplicar acciones conjuntas durante el periodo de vigencia.
De acuerdo con la Constitución peruana, durante este tipo de medidas las Fuerzas Armadas pueden asumir el control del orden interno, si así lo dispone el Ejecutivo.
El plazo máximo del estado de emergencia no puede superar los 60 días, con posibilidad de restringir derechos como la libertad de tránsito, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión.
La medida fue tomada tras manifestaciones registradas en Lima la semana anterior, donde la policía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos.
En marzo de este año, bajo la gestión previa, se había implementado una disposición similar en los mismos territorios con el propósito de contener hechos de violencia.
El gobierno informó que la aplicación del estado de emergencia implicará la participación coordinada de las fuerzas del orden y de las instituciones locales. Las autoridades señalaron que la medida se mantendrá vigente hasta que se cumplan las condiciones establecidas en el decreto correspondiente.