
Las principales bolsas de Estados Unidos iniciaron la jornada con variaciones marginales, luego de un cierre previo en niveles récord del S&P 500, en un contexto de menor actividad por el período de fin de año.
Mientras los índices accionarios mostraron estabilidad, varios mercados de materias primas registraron movimientos más marcados.
Los principales índices de Wall Street se mantuvieron prácticamente sin variaciones durante la apertura, consolidándose cerca de sus máximos históricos.
La volatilidad implícita continuó en niveles bajos, con el indicador VIX del S&P 500 ubicado en su registro más reducido del año, en línea con un cierre de ejercicio caracterizado por operaciones acotadas.
En contraste con el comportamiento de las acciones, los mercados de metales concentraron la atención.
El oro superó los USD 4.500 por onza, encaminándose a su mejor desempeño anual desde 1979, impulsado por compras de bancos centrales, flujos hacia fondos cotizados y un escenario de tasas de interés más bajas.
La plata avanzó por quinta sesión consecutiva y superó los USD 75 por onza, con una suba anual que supera a la del oro, influida por restricciones de oferta y movimientos especulativos tras ajustes previos del mercado.

El cobre marcó un nuevo récord en Shanghái y mostró fuertes subas en Nueva York, apoyado en la debilidad del dólar y en expectativas de una oferta global más ajustada en 2026, junto con la proyección de mayor demanda asociada a la transición energética.
En el mercado energético, el petróleo se encaminó a su mayor ganancia semanal desde fines de octubre. El avance estuvo vinculado a restricciones parciales en los envíos de crudo desde Venezuela y a un ataque militar estadounidense en Nigeria, factores que compensaron las proyecciones de un posible exceso de oferta global el próximo año.
El escenario de fin de año combina estabilidad en los mercados accionarios con un fuerte dinamismo en materias primas.