El presidente de Estados Unidos llegó a Londres con una serie de actividades oficiales que incluyen un banquete en el Castillo de Windsor y una reunión con el primer ministro británico para abordar temas de la coyuntura internacional.
La visita se desarrolla en un contexto de tensiones políticas en el Reino Unido y en medio de debates sobre inmigración, seguridad y relaciones internacionales, según reportes de agencias internacionales.
El mandatario estadounidense y su comitiva oficial fueron recibidos en el Castillo de Windsor por el rey Carlos III y la reina Camila, en un evento protocolar que incluyó desfiles y actividades de Estado.
Posteriormente, está previsto un encuentro privado con el primer ministro en la residencia de campo de Chequers, donde se tratarán asuntos relacionados con la situación internacional.
En el ámbito político, uno de los puntos a ser discutidos es la cuestión de la libertad de expresión vinculada a las manifestaciones de grupos de extrema derecha en Reino Unido.
A ello se suman las diferencias en torno a la guerra en Ucrania y la posición respecto al reconocimiento de Palestina, donde ambos gobiernos mantienen posturas distintas.
Otro eje importante será la firma de un acuerdo bilateral en materia de tecnología y energía nuclear, considerado un paso relevante en la cooperación entre ambos países.
La agenda también contempla la participación de representantes del sector privado vinculados a proyectos tecnológicos y de inversión.
La llegada del presidente estadounidense ocurre mientras Reino Unido atraviesa una crisis política por la economía debilitada y el aumento de la inmigración indocumentada, situación que ha generado movilizaciones masivas en el país.