
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) reconoció la existencia de contrabando de pescado que estaría ingresando desde Brasil hacia Paraguay, lo que genera preocupación entre los productores de tilapia del país. Según datos del sector, el producto estaría llegando en grandes cantidades sin registro sanitario, afectando la comercialización nacional.
Productores señalan que la tilapia de origen extranjero se ofrece en góndolas de comercios de Asunción y hasta en el menú del almuerzo escolar, mientras los criadores locales enfrentan bajas ventas pese a contar con stock disponible.
De acuerdo con especialistas en acuicultura, los filetes de tilapia importados ilegalmente tendrían su origen en China, ingresando al país a través del mercado brasileño.
La diferencia principal estaría en la calidad del producto, ya que el pescado de contrabando contendría un alto porcentaje de agua, mientras que el nacional mantiene mayor concentración de carne. En los supermercados, el consumidor prioriza el precio, sin notar estas diferencias.
Los acuicultores sostienen que la situación afecta de manera directa a la producción local, que se ve desplazada por la oferta de pescado extranjero a menor costo.
Afirmaron que programas públicos como Hambre Cero, que incluyen pescado en su menú escolar, no están adquiriendo producto nacional, lo que limita la posibilidad de inserción de los productores en el mercado interno.

El MAG confirmó que existen productos que ingresan sin control sanitario, pero aclaró que hasta el momento no se presentaron denuncias formales por parte de los productores.
Actualmente, en el país operan dos grandes establecimientos acuícolas, además de medianos y pequeños criadores, que abastecen principalmente a Caaguazú y Paraguarí, junto con frigoríficos habilitados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
La producción nacional de tilapia enfrenta reglas más estrictas, ya que solo puede permanecer seis meses en góndola, mientras que el producto importado tiene hasta dos años de vida útil.
Esa diferencia, según el sector, genera competencia desigual, desincentiva la inversión y podría derivar en consecuencias sanitarias si se mantiene el ingreso de pescado sin control.
El MAG anunció que continuará con los controles fronterizos y la recopilación de pruebas para formalizar una denuncia por contrabando de tilapia, con el objetivo de proteger la cadena productiva del país.