De acuerdo con proyecciones divulgadas por Itaú, América Latina continúa siendo considerada dentro de las estrategias de diversificación de inversiones, en un contexto de barreras comerciales crecientes y modificaciones en el entorno financiero global.
El escenario contempla una combinación de factores como el alejamiento de focos geopolíticos, la disponibilidad de recursos estratégicos y una mayor capacidad de adaptación frente a condiciones externas.
El análisis estima que los aranceles que aplicará Estados Unidos a partir del 1 de agosto superarían el 15% para productos provenientes de la región.
Aunque los efectos directos aún no se han manifestado con fuerza, se señala que el impacto sobre la demanda global y los precios relativos podría consolidarse de forma acumulativa en los próximos trimestres.
La apreciación de monedas locales frente al dólar en varios países, según las estimaciones, contribuiría a moderar la inflación de bienes transables.
Al mismo tiempo, se anticipa que parte de la oferta que actualmente se dirige a mercados con restricciones comerciales podría redirigirse hacia economías abiertas en América Latina.
Las condiciones fiscales y el ciclo electoral aparecen entre los elementos que inciden en las decisiones de inversión.
Se menciona que aún existen desafíos para lograr una consolidación fiscal sostenida en varios países de la región. Además, el desarrollo de políticas públicas orientadas al crecimiento económico figura entre los aspectos más observados por el mercado.
Respecto al comportamiento del dólar, se proyecta una tendencia global más débil que en ciclos anteriores, lo que podría suavizar el endurecimiento financiero que habitualmente enfrentan los países emergentes en estos contextos.
Dentro del enfoque regional, Paraguay es mencionado como parte de los países que mantienen atención por parte de inversionistas en función de su estabilidad relativa, la ausencia de conflictos geopolíticos cercanos y su papel como proveedor de recursos clave.
El país se encuentra fuera de los principales puntos de tensión internacional, condición valorada en los análisis de diversificación.
Además, se destaca el potencial para recibir capital orientado a sectores vinculados a materias primas y procesos industriales, especialmente en un contexto de ajustes en las cadenas de suministro global.