
Alrededor de 1.223.512 paraguayos no indígenas vivían en condiciones de pobreza monetaria en 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto equivale a una tasa del 20,6% a nivel nacional, aunque los números varían ampliamente entre regiones y distritos del país.
El estudio muestra que las diferencias territoriales siguen marcando la realidad económica del país, con departamentos que duplican o triplican los niveles de pobreza en comparación con la capital.
Los datos señalan que Alto Paraguay encabeza la lista con una incidencia del 38,7%, seguido de Caazapá (34,7%), San Pedro (34,2%) y Concepción (31,1%).
En el otro extremo se ubican Asunción (7,3%) y Central (14,7%), donde las cifras son considerablemente más bajas. Sin embargo, la desigualdad se hace más evidente al observar los datos distritales.
Paso Barreto, en el departamento de Concepción, alcanza una tasa de 53,3% de pobreza, mientras que en Fernando de la Mora la cifra se reduce al 3,7%. Esta diferencia de casi 50 puntos porcentuales evidencia la disparidad económica dentro del país.

En el área metropolitana también se observan grandes diferencias. En Asunción, aunque la tasa promedio es del 7,3%, existen barrios con condiciones muy desiguales.
En zonas como Mburicao, la pobreza llega al 0,03%, mientras que en San Miguel asciende al 42,5%. Estos contrastes reflejan cómo dentro de una misma ciudad conviven realidades opuestas.
Las zonas urbanas, a pesar de tener porcentajes menores, concentran la mayor cantidad de personas en situación de pobreza. Ciudad del Este representa el 4,5% del total nacional, con más de 54.000 habitantes afectados.
Le siguen Capiatá (2,8%), Caaguazú (2,7%), Luque (2,6%), Limpio (2,3%) y San Lorenzo (1,9%). Estas ciudades forman parte del grupo donde la densidad poblacional amplifica la magnitud del problema.
El estudio propone una clasificación de distritos según la combinación de tasa de pobreza y tamaño poblacional, dividiéndolos en cuatro grupos:
distritos de máxima prioridad, territorios de equidad, áreas de eficiencia y zonas de menor prioridad.
Este análisis busca orientar los recursos públicos hacia los lugares donde la pobreza se presenta con mayor intensidad y concentración poblacional.

El informe también compara la pobreza monetaria con las necesidades básicas insatisfechas (NBI). A nivel nacional, el 28,3% de los hogares presenta al menos una carencia básica.
En la Región Occidental, especialmente en el Chaco noreste, ambas condiciones se superponen, mostrando privaciones estructurales profundas. En la Región Oriental, por otro lado, hay distritos con pobreza monetaria alta pero menos carencias básicas, lo que indica realidades diferentes según el territorio.
El informe del Instituto Nacional de Estadística sostiene que los resultados pueden contribuir al diseño y evaluación de políticas sociales y de infraestructura.