
Según el informe del Banco Central del Paraguay, la calidad del crédito dentro del sistema financiero mostró variaciones favorables hasta septiembre, con una tasa de morosidad total de 2,5%, menor al nivel registrado un año atrás durante la etapa posterior a la pandemia.
El documento señala que la evolución responde al desempeño de distintos segmentos y al comportamiento general de la actividad económica interna.
En operaciones en guaraníes, la morosidad se mantuvo en 3,6%, por debajo del indicador observado en 2024, cuando había alcanzado 4,1%. La mejora interanual fue más evidente en créditos destinados a comercio mayorista, ganadería, servicios y consumo.
En moneda extranjera, la tasa se situó en 1,2%, un valor que continúa dentro de rangos bajos, aunque ligeramente superior al del año previo debido al comportamiento de créditos vinculados a industria, agricultura y comercio minorista.
Una medida más amplia del riesgo crediticio, que incorpora refinanciaciones, reestructuraciones y operaciones transitorias, alcanzó 6,0% en septiembre. Este resultado es inferior al nivel del informe anterior y muy distante del máximo observado en 2020, cuando había llegado a 19,9% durante la implementación de medidas excepcionales.
El informe indica que las provisiones vigentes cubren 117,6% del total de créditos vencidos.

La morosidad de los créditos destinados a hogares cerró septiembre en 4,6%, una leve reducción respecto a marzo, cuando se situaba en 4,7%, y menor al 5,1% registrado en el mismo mes del año anterior.
El segmento de consumo presentó un ratio de 4,9%, mientras que las tarjetas de crédito, que representan 17,3% de este rubro, alcanzaron 4,6%, por debajo del nivel de 2024.
Los créditos habitacionales mantuvieron una morosidad estable de 3,4%.
En cuanto a las empresas, la morosidad se ubicó en 1,2%, nivel inferior al observado un año atrás, cuando había sido de 1,3%, y similar al registrado en la evaluación publicada en mayo.