En noviembre de 2024, los precios al consumo en Brasil registraron un aumento anual de 4,87%, según datos oficiales publicados recientemente.
Este resultado estuvo en línea con las previsiones económicas, que estimaban un 4,85%. A nivel mensual, los precios subieron un 0,39% en comparación con octubre.
El alza en los precios estuvo impulsada principalmente por un aumento del 1,55% en alimentos y bebidas, y un incremento del 0,89% en los costos de transporte, debido al encarecimiento de los billetes de avión.
Sin embargo, el costo de la vivienda mostró una reducción del 1,53%, atribuida al aumento de lluvias recientes que disminuyó los precios de la electricidad.
El real brasileño ha enfrentado una depreciación de aproximadamente 20% en el año, encareciendo las importaciones y generando presión inflacionaria.
Los economistas prevén que la inflación se mantendrá por encima del objetivo establecido hasta 2027, desafiando al próximo liderazgo del banco central.
Ante este contexto, se espera que el banco central de Brasil tome medidas para incrementar el ritmo de las subidas de tasas de interés.
Según analistas, los riesgos actuales inclinan las probabilidades hacia una mayor subida, especialmente si no se logran abordar las preocupaciones fiscales de los inversores.