
La Administración Nacional de Electricidad analiza una propuesta de redistribución tarifaria que proyecta un aumento de su facturación anual hasta 829,1 millones de dólares, según un estudio elaborado por el propio ente.
La iniciativa busca equilibrar el peso de las tarifas entre los diferentes sectores de consumo eléctrico.
De acuerdo con la propuesta, los usuarios residenciales que consumen menos de 700 kWh por mes, que representan cerca del 73,5% de los clientes, mantendrían estables sus costos o experimentarían reducciones.
Este grupo generaría ingresos cercanos a 180,4 millones de dólares dentro del esquema proyectado.
En cambio, los hogares con consumos superiores a 700 kWh mensuales aportarían 279,2 millones de dólares, lo que implica un incremento del 73,1% en comparación con los 209,5 millones actuales.
El segmento industrial, tanto de baja como de media tensión, alcanzaría una facturación de 120,9 millones de dólares, frente a los 115,1 millones registrados anteriormente, lo que equivale a un aumento del 6%.
En el ámbito comercial, la recaudación subiría de 116,5 a 134 millones de dólares, una variación del 18,3%. Los usuarios clasificados como “otros” dentro de la baja y media tensión pasarían de 41,6 a 62,4 millones, reflejando un crecimiento del 21,8%.

La propuesta prevé un ingreso adicional bruto de 95,3 millones de dólares por año. No obstante, al considerar la tasa de cobrabilidad y la morosidad de organismos públicos, el ingreso neto quedaría en torno a 80,3 millones de dólares.
El reajuste incluye también ajustes para grandes consumidores conectados a redes de alta y muy alta tensión, cuya facturación pasaría de 36,8 a 41,4 millones de dólares.