El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, compareció este martes ante el Tribunal Constitucional en Seúl como parte de un juicio de destitución relacionado con la imposición de la ley marcial el mes pasado.
Según Yonhap News, la sesión fue escoltada por fuertes medidas de seguridad, con 4.000 agentes desplegados para evitar disturbios similares a los ocurridos durante el fin de semana en la capital surcoreana.
Durante la audiencia, Yoon rechazó las acusaciones de abuso de poder y negó haber emitido un memorándum en el que supuestamente ordenaba preparar un presupuesto para un órgano legislativo de emergencia. Según el presidente, no tuvo conocimiento del documento hasta que fue informado por los medios.
El mandatario también afirmó que su decisión de imponer la ley marcial estaba dentro de los límites establecidos por la Constitución, mientras desmentía los testimonios que lo señalan como responsable de ordenar el desalojo de legisladores en el parlamento.
El juicio se produce tras incidentes en el Tribunal del Distrito Oeste de Seúl, donde partidarios de Yoon causaron daños estimados en 700 millones de wones (alrededor de 486.000 dólares) al irrumpir en las salas de los jueces.
Cuarenta personas fueron detenidas por la policía tras los disturbios, que ocurrieron luego de otra comparecencia judicial relacionada con el caso.
El tribunal dispone de hasta seis meses para emitir un fallo sobre la destitución de Yoon.
Si el proceso sigue el mismo ritmo que el juicio de destitución contra Park Geun-hye, la decisión podría conocerse en la primera quincena de marzo.