Según datos preliminares publicados por la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos, el Producto Interno Bruto (PIB) de ese país creció un 3% anualizado en el segundo trimestre del año. Este resultado se da tras una contracción del 0,5% registrada en el trimestre anterior.
El crecimiento estuvo influenciado por una leve mejora en el gasto de los consumidores y una reducción en las importaciones.
Las exportaciones netas aportaron 5 puntos porcentuales al PIB, luego de que en el primer trimestre se diera una baja importante en la compra de productos extranjeros.
En paralelo, la variación de inventarios empresariales restó 3,17 puntos porcentuales al crecimiento económico, siendo el mayor impacto negativo desde 2020.
El consumo, que representa aproximadamente dos tercios del PIB estadounidense, registró un avance del 1,4%, el más bajo en dos trimestres consecutivos desde la pandemia.
En cuanto a la inversión fija no residencial, se observó un aumento del 1,9% anualizado, por debajo del crecimiento alcanzado en el primer trimestre del año.
La medida preferida por la Reserva Federal para evaluar la inflación subyacente aumentó un 2,5% durante el segundo trimestre. Las cifras detalladas de junio sobre gasto e inflación aún están pendientes de publicación.
Por otro lado, un informe independiente mostró un incremento de 104.000 puestos en el sector privado durante el mes de julio.
El panorama económico también se vio condicionado por acuerdos comerciales firmados con socios estratégicos, mientras se mantienen conversaciones con otros países respecto a aranceles.