El oro se cotizó en torno a 3.370 dólares la onza, en medio de crecientes expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos reduzca sus tasas de referencia el próximo mes.
El mercado de swaps atribuye una probabilidad superior al 85% a un recorte en la tasa de interés en septiembre.
Las proyecciones se fortalecieron luego de declaraciones en el simposio de Jackson Hole, donde se señaló un aumento de los riesgos en el mercado laboral pese a que la inflación sigue por encima del objetivo.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años retrocedieron tras esos anuncios, mientras que un índice que mide la fortaleza del dólar registró una leve caída, lo que dio respaldo adicional al metal precioso.
El oro acumula un incremento de más del 25% en lo que va del año, con la mayor parte de las ganancias concentradas en los primeros cuatro meses.
El desempeño ha estado influenciado por la demanda de refugio en un contexto de tensiones geopolíticas y comerciales, además de las compras realizadas por bancos centrales.
A pesar de esa tendencia, los fondos de cobertura redujeron sus posiciones alcistas hasta el nivel más bajo en seis semanas, según datos de la Commodity Futures Trading Commission.