
La Unión Europea proyecta aumentar hasta 50% los aranceles aplicados al acero proveniente del exterior.
La medida busca alinear la tasa con la aplicada en Estados Unidos y se enmarca en los trabajos de la Comisión Europea para establecer un régimen más duradero en sustitución del mecanismo de salvaguarda vigente.
Actualmente, el bloque aplica un gravamen del 25% a la mayoría de las importaciones una vez que se superan los cupos establecidos. Dicho sistema expira el próximo año, y Bruselas planea presentar una nueva propuesta la semana entrante.
El esquema prevé que el mayor arancel se aplique una vez alcanzado un determinado nivel de importaciones, con cuotas específicas según tipos de productos, tomando como base promedios históricos.
Además, se contempla la posibilidad de fijar límites diferenciados por país dentro de cada categoría de acero. Según el borrador, la revisión de la medida se realizaría cada cinco años a partir de julio de 2031.

La industria del acero en Europa atraviesa dificultades por el ingreso de productos a menor costo desde Asia.
En este marco, asociaciones empresariales han solicitado normas más estrictas que aseguren condiciones de competencia frente a la sobrecapacidad mundial.
El planteamiento de Bruselas incluye mantener cuotas y aranceles reforzados, con el fin de dar previsibilidad al sector y limitar la presión de las importaciones en el mercado interno.