
Las adquisiciones de soja de Estados Unidos por parte de China mostraron una desaceleración en las últimas semanas, pese al reciente acuerdo comercial entre ambos países, según información publicada por Bloomberg.
Operadores del mercado indicaron que las importaciones de cargamentos estadounidenses se detuvieron luego de una serie de pedidos realizados a fines del mes pasado, generando dudas sobre la continuidad de los compromisos asumidos en el marco de la tregua.
La pausa se da luego de que el país asiático hubiera concretado los primeros envíos de la temporada, pero sin registrar nuevos contratos posteriores. Fuentes del sector señalaron que no se reportaron embarques adicionales en los últimos días, situación que genera incertidumbre entre los exportadores estadounidenses.
Mientras tanto, Washington había informado que el acuerdo incluía la compra de 12 millones de toneladas de soja antes del cierre del año, seguidas de volúmenes anuales de 25 millones de toneladas en los próximos tres años. Sin embargo, aún no existe confirmación oficial sobre dichos compromisos por parte del gobierno chino.

De acuerdo con analistas consultados, China ha diversificado sus fuentes de abastecimiento en los últimos meses, recurriendo a la soja sudamericana. Esto, sumado a un arancel del 13% aún vigente sobre el grano estadounidense, limita el atractivo para los procesadores chinos.
Además, la nueva cosecha brasileña prevista para finales de enero y principios de febrero genera un escenario de espera entre los compradores asiáticos, que prefieren aguardar mejores condiciones de mercado.
Los especialistas mencionan que los recientes envíos desde Estados Unidos fueron realizados principalmente por empresas estatales chinas, con destino a reservas estratégicas.