El Instituto de Previsión Social (IPS) presentó los resultados preliminares del Estudio de Cálculo Actuarial 2024-2100, que analiza la evolución del Fondo de Jubilaciones y Pensiones.
Según el informe, la transformación demográfica del país representará uno de los principales desafíos para la sostenibilidad del sistema en las próximas décadas.
De acuerdo con las proyecciones del estudio, el número de beneficiarios previsionales pasaría de 81.626 en 2024 a 879.657 en 2100, lo que implica un aumento de más de diez veces.
En paralelo, la cantidad de cotizantes activos también se incrementaría, aunque a un ritmo menor, alcanzando 1.859.971 personas.
Esta diferencia anticipa un desbalance creciente entre quienes aportan al sistema y quienes perciben los beneficios, lo que podría afectar su equilibrio financiero a largo plazo.
El informe indica que la esperanza de vida al jubilarse continuará aumentando.
Para 2050, un hombre que se retire a los 60 años viviría 22,6 años más, frente a los 18,3 años registrados en 2020.
En el caso de las mujeres, la proyección sube de 21,5 a 25,5 años, lo que significa entre cuatro y cinco años adicionales de pago de pensiones.
Este incremento en la longevidad implica un compromiso financiero más prolongado para el sistema previsional, que deberá sostener durante más tiempo las jubilaciones ya otorgadas.
El primer punto crítico del sistema se registró en 2020, cuando los ingresos provenientes de los aportes ya no fueron suficientes para cubrir los pagos de jubilaciones y pensiones.
Desde entonces, el IPS ha utilizado la renta generada por la reserva del fondo común para cumplir con las obligaciones previsionales. Según el estudio, un segundo momento crítico podría darse cuando esa renta ya no sea suficiente y deba recurrirse al capital acumulado.
Finalmente, un tercer punto crítico ocurriría en caso de agotamiento total de la reserva, si no se aplican reformas estructurales que garanticen la continuidad del sistema.
El análisis también destaca la tendencia hacia una población más envejecida. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que para 2050, el grupo de adultos mayores representará una proporción significativamente mayor, mientras que la base joven se reducirá de forma sostenida.
Esta transición implica que menos trabajadores activos deberán sostener a un mayor número de jubilados, generando presión sobre los recursos disponibles del sistema.
El estudio presentado es de carácter preliminar, ya que el Cálculo Actuarial 2025-2100 se encuentra en proceso de actualización con los datos del Censo Nacional 2022, bajo la asistencia técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Actualmente, el Fondo Común de Jubilaciones y Pensiones representa entre 6% y 8% del PIB, y su sostenibilidad dependerá de la capacidad de generar rendimientos reales superiores a la inflación.