
los cambios regulatorios aplicados en Estados Unidos durante 2025 marcaron un punto de inflexión en el tratamiento de los criptoactivos, con implicancias directas para Bitcoin dentro del sistema financiero global.
Las nuevas disposiciones modificaron el enfoque restrictivo vigente hasta años recientes y establecieron lineamientos más claros para su operación e integración.
El nuevo marco incluyó decisiones ejecutivas y ajustes regulatorios que eliminaron trabas previas para entidades financieras tradicionales.
Entre las medidas adoptadas se encuentra la eliminación de restricciones contables que limitaban la custodia de activos digitales por parte de bancos, así como el cierre de litigios relevantes que mantenían en suspenso a grandes plataformas del sector.
Con estos cambios, Bitcoin pasó a operar dentro de un entorno más cercano al de otros instrumentos financieros.
El informe señala que su presencia en vehículos regulados, como fondos cotizados y contratos de futuros, contribuyó a consolidar su acceso institucional y a ampliar la participación de inversores tradicionales.
El análisis destaca que la relación de Bitcoin con activos tradicionales varía según las condiciones del mercado.
En períodos de menor volatilidad, su correlación con bonos y materias primas fue reducida, mientras que en contextos de mayor tensión financiera mostró un comportamiento más alineado con activos de riesgo.

A pesar de la mayor integración, el informe remarca que el historial de Bitcoin incluye caídas pronunciadas y procesos de recuperación prolongados.
Se mencionan retrocesos superiores al 70% en distintos ciclos y lapsos de recuperación que, en algunos casos, superaron los 24 meses.