Israel llevó a cabo una serie de bombardeos a primera hora del viernes que dejaron como resultado la muerte de altos oficiales de las fuerzas armadas de Irán, según reportes recogidos por medios internacionales.
Las ofensivas habrían alcanzado infraestructuras militares clave y centros vinculados al programa nuclear.
La respuesta de Irán incluyó el lanzamiento de drones fuera del espacio aéreo israelí, en lo que fue presentado como una medida de represalia.
Tras confirmarse la muerte de los altos mandos, el gobierno iraní anunció nuevos nombramientos dentro de su cúpula militar. Según las agencias oficiales de Teherán, los funcionarios fallecidos formaban parte del núcleo estratégico de defensa del país.
Además de los oficiales, se reportó el fallecimiento de seis científicos vinculados al desarrollo nuclear, quienes habrían estado presentes en los objetivos alcanzados.
Entre los puntos atacados se incluyen instalaciones asociadas al comando central militar de Irán, además de centros de investigación. Algunas fuentes indicaron que los blancos formaban parte del sistema de coordinación entre las distintas ramas del aparato de defensa.
Los bombardeos también alcanzaron otras figuras relacionadas con grupos aliados en la región, que han sido objeto de acciones similares desde el inicio del conflicto entre Israel y Gaza.
Las autoridades iraníes calificaron el ataque como una acción de gran escala y afirmaron que se trataría de una etapa inicial de posibles enfrentamientos prolongados.
También se expresó que el país adoptará medidas en distintos niveles ante las acciones sufridas.
El evento se produce en un contexto de creciente tensión en la región, con movilizaciones y declaraciones desde múltiples actores estatales, pero sin señales concretas de intervención directa por parte de otras potencias.