
El valor del dólar estadounidense sigue en descenso frente al guaraní, ubicándose este miércoles por debajo de los G. 7.000, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
En las operaciones minoristas, la divisa cerró a G. 7.030, mientras que en el mercado interbancario o mayorista se posicionó en G. 6.984, su nivel más bajo en lo que va del año.
Durante el año, la moneda local experimentó una apreciación del 12%, lo que implica una diferencia de aproximadamente G. 1.000 menos por cada dólar respecto a abril, cuando el tipo de cambio superaba los G. 8.000.
Especialistas señalan que el movimiento responde al incremento de inversiones internas y al fortalecimiento de la economía local, factores que han generado mayor disponibilidad de divisas en el mercado.
También inciden las recientes decisiones económicas adoptadas en los Estados Unidos, que impactaron en la demanda global de dólares.
Aunque el comportamiento del tipo de cambio sorprende por su magnitud, algunos analistas sostienen que este nivel no sería sostenible a largo plazo, y que la cotización podría normalizarse en los próximos meses con el aumento de la demanda del billete verde por parte del sector importador.
La baja del dólar genera distintos impactos según el rubro. Los exportadores advierten que la apreciación del guaraní afecta su competitividad internacional, al elevar los costos internos y reducir los márgenes de rentabilidad.

En contrapartida, las empresas importadoras se benefician en el corto plazo con menores costos de compra, aunque persiste el riesgo de que una corrección futura revierta esta ventaja.
Por otra parte, la caída del tipo de cambio contribuye a reducir presiones inflacionarias, efecto que se observó en el resultado del índice de precios al consumidor de septiembre, que registró una variación mensual de -0,1%, influenciada por la disminución de los precios de productos importados.
Consultoras locales e internacionales coinciden en que el dólar tendería a estabilizarse hacia fin de año. Este ajuste se daría a medida que crezca la demanda de divisas para el pago de importaciones y se moderen los flujos de ingreso de dólares que impulsaron la caída reciente.