Según información difundida por medios oficiales y agencias internacionales, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner deberá cumplir su condena de seis años por hechos de corrupción en su domicilio, tras la decisión de un juez federal luego de que la Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmara el fallo condenatorio.
La medida también incluye la inhabilitación permanente para ejercer cargos públicos, de acuerdo con lo dispuesto por la sentencia ratificada por el máximo tribunal.
El fallo establece que Fernández de Kirchner deberá portar un dispositivo de monitoreo electrónico y entregar una lista de las personas autorizadas a visitarla, entre las que se incluyen familiares, personal médico, abogados y agentes de seguridad.
La resolución también señala que la expresidenta debe evitar cualquier conducta que altere el entorno residencial en el que permanecerá recluida, aunque no se especifica si podrá hacer apariciones públicas desde su domicilio.
La ejecución de la condena se conoció un día antes de manifestaciones previstas por sectores afines a Fernández de Kirchner frente al tribunal y en cercanías de su residencia en Buenos Aires.
En paralelo, se desarrollan campañas políticas previas a las elecciones intermedias en Argentina, con la participación de distintos sectores, incluido el espacio liderado por el actual presidente.
La causa que motivó la condena forma parte de un proceso judicial que ha tenido múltiples etapas. El Poder Judicial resolvió que la pena se cumplirá fuera de prisión debido a las condiciones personales de la acusada y a lo establecido por la legislación vigente.
Fernández de Kirchner no podrá presentar candidaturas en futuras elecciones debido a la inhabilitación impuesta. La medida se suma a otras resoluciones que han modificado el escenario político de los últimos años en Argentina.