La empresa estatal Capasa enfrenta una deuda de G. 8.000 millones con proveedores, lo que dificulta la adquisición de insumos y ha reducido su producción al 10%.
Según informó la propia institución, esta situación también afecta el pago de salarios atrasados a los trabajadores.
La fábrica permanece sin operar de manera regular debido a la falta de recursos, insumos y materia prima.
La administración actual atribuyó esta coyuntura a gestiones anteriores que dejaron compromisos financieros que hoy impiden el acceso a materiales necesarios para continuar con la producción.
Capasa informó que mantiene aproximadamente 170 funcionarios activos, luego de rescindir contratos temporales a mediados de año.
Aun con esta reducción de costos, los salarios de julio y agosto no han sido abonados, generando incertidumbre entre los empleados.
La empresa reconoció que, además de la deuda con proveedores, existen obligaciones con instituciones como Essap, ANDE, el IPS y compañías de seguros. Entre estas deudas se mencionan 713 millones de guaraníes al IPS, 603 millones a una aseguradora y 105 millones en cuentas judiciales por retenciones y embargos.
Actualmente la producción de bebidas se encuentra prácticamente detenida, ya que faltan insumos básicos como botellas, tapas, etiquetas y cajas.
Desde la administración señalaron que solicitaron apoyo estatal para cubrir compromisos inmediatos, pero hasta el momento no se han concretado desembolsos.