De acuerdo con diversas investigaciones académicas y organismos especializados, la llamada Generación Z comprende a las personas nacidas entre mediados de los años noventa y mediados de la década del 2010.
Este grupo etario ha pasado a ocupar un lugar destacado en la agenda pública y en los estudios sociales, económicos y culturales.
La Generación Z se distingue por haber crecido en un contexto marcado por la digitalización. Sus integrantes son considerados nativos digitales, lo que significa que la mayoría tuvo contacto con internet, redes sociales y dispositivos móviles desde temprana edad.
Este rasgo ha influido en sus hábitos de comunicación, en el acceso a la información y en sus formas de consumo.
El interés que despierta la Generación Z se vincula a su peso demográfico y a la influencia que ejerce en áreas como el mercado laboral, la educación, la política y el consumo.
Se calcula que a nivel global representan cerca de una cuarta parte de la población, lo que los convierte en un grupo con alta incidencia en las tendencias actuales.
En el ámbito económico, las empresas y los mercados observan de cerca sus preferencias de consumo y sus prácticas digitales.
En lo social y cultural, se analiza el papel que desempeñan en el cambio de valores y en la construcción de nuevas dinámicas colectivas.
El aumento de estudios, encuestas y debates sobre la Generación Z responde a la necesidad de comprender cómo este sector incidirá en el futuro inmediato. Sus demandas, estilos de vida y perspectivas marcan una pauta que atraviesa a gobiernos, instituciones educativas, empresas y medios de comunicación.