Según información oficial, el uso de big data ha sido incorporado por entidades como la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios para realizar controles fiscales a gran escala, permitiendo el análisis y cruce de datos a partir de grandes volúmenes de información.
Esta tecnología, implementada inicialmente en el año 2020, permite recolectar, almacenar y procesar datos para detectar irregularidades en el cumplimiento tributario.
Los mecanismos de big data no solo permiten identificar casos en los que se utilizan facturas sin consentimiento de los contribuyentes, sino que también facilitan la revisión y depuración de registros en los sistemas tributarios.
Estas herramientas se orientan además a corregir posibles errores en la contabilidad de personas físicas y jurídicas, y a validar las tareas realizadas por profesionales del área contable.
La implementación de esta tecnología ya permitió evidenciar inconsistencias que derivaron en denuncias formales ante instancias correspondientes.
Algunos de los datos procesados dieron lugar a actuaciones del Ministerio Público en casos que involucraban esquemas de evasión fiscal.
Desde el organismo oficial se señala que esta estrategia promueve el cumplimiento tributario voluntario, el cual permite evitar sanciones y regularizar la situación fiscal, mediante los canales habilitados.